¡Cuidado, Compita! Los microplásticos te están llenando el coco y ni te das cuenta
Por Redacción NotiMigrar – 17 de marzo de 2025
Mientras lees esto, tu cerebro podría estar cargado con 7 gramos de microplásticos, (¡es como una cucharadita y media de "polvo plástico" invadiendo tu cabeza!)
esas basuritas chiquitas que salen de las bolsas del mercado, las botellas de gaseosa y hasta esa camiseta bacana que te pones para el nuevo outfit. Sí, suena a cuento de locos, pero es la pura verdad, ¡y los científicos están rayados tratando de descifrar qué pasa con nosotros!
Un estudio recién salido del horno, publicado en Nature Medicine por la Universidad de Nuevo México, soltó la bomba: los microplásticos en el cerebro han subido como arepa en aceite, un 50% más desde 2016. En 2024, pillaron un promedio de 4,917 microgramos por gramo de cerebro, ¡o sea, casi 7 gramos en un coco de 1.4 kilos! Y ojo, que en los que tienen demencia la vaina se pone más fea: hasta 26,000 microgramos por gramo. ¿Será pura casualidad? Nadie tiene la menor idea, pero el dato te deja frío, ¿sí o qué?
¿Y cómo carajos se meten ahí? Estos bichitos plásticos, algunos tan chiquitos como un virus (¡100-200 nanómetros!), se pasan la barrera del cerebro como Pedro por su casa. Los respiramos en el aire, nos los comemos en el pescado, en las empanadas y hasta nos los tomamos en el agua de botella. El que manda la parada es el polietileno, el de las bolsas plásticas, que aparece en el 75% de los casos. Y escucha esto: el cerebro tiene de 7 a 30 veces más microplásticos que el hígado o los riñones. ¡Tu cabeza es la reina de esta invasión plástica, parce!
Pero ahí no para la locura. Los expertos dicen que estos intrusos no son solo pasajeros mudos: podrían estar detrás de infartos, derrames y quién sabe si hasta del olvido de la abuela. "Es como si tu cerebro fuera un relleno sanitario", suelta un investigador, y aunque suena a chiste, la vaina no da mucha risa...
¿Qué hacemos con este revolcón?
La contaminación plástica sigue creciendo como plaga, y nosotros somos el blanco perfecto. En solo 8 años, la cantidad de microplásticos en los cerebros se disparó a niveles que antes ni nos imaginábamos. Si seguimos así, vamos a tener más plástico que neuronas. Así que, la próxima vez que botes una botella o uses un pitillo, piénsalo dos veces: eso podría terminar de rumba en tu cabeza. ¡Brutal, pero cierto!
Dos minutos y te volaste la cabeza o lo que te queda de ella!
Comparte esta locura y que se arme el alboroto.
Sigue la segunda parte de esta serie de los microplásticos y su incidencia con los migrantes.